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Hígado de res y cebollas
¡Mi hígado de res y cebollas son una delicia tan sabrosa que fácilmente podría convertir a cualquiera en un amante de esta comida rica en nutrientes! El hígado se sumerge en suero de leche para que se vuelva agradable y tierno y al mismo tiempo disminuya el fuerte sabor del hígado. Ya sea que seas escéptico con respecto al hígado o que ya te encante, ¡tienes que probar esta receta!
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Instrucciones
Comience empapando su hígado de res en suero de leche. Colóquelo en una bolsa Ziploc de un galón o en un tazón para mezclar y agregue suficiente suero de leche para sumergir el hígado por completo. Remoje en el refrigerador durante al menos 2 horas, pero hasta 24 horas. (Opté por 8 horas esta vez).
Cuando esté listo para cocinar, retire las tiras de hígado del suero de leche y deseche el exceso. Seque la carne con toallas de papel.
Caliente ½ cucharada de aceite de oliva en una sartén grande, una sartén de hierro fundido o una sartén a fuego medio-alto. Dore las tiras de hígado hasta que se doren con una temperatura interna de 160 °F (71 ° C), trabajando en lotes si es necesario. Sazone con sal y pimienta al gusto y limpie la sartén, si lo desea.
Caliente la ½ cucharada restante de aceite de oliva en la sartén a fuego medio-alto y saltee las cebollas hasta que estén tiernas y transparentes.
Derrita la mantequilla en la sartén con las cebollas y agregue el ajo opcional. Regrese el hígado a la sartén y agregue el caldo de res, si lo usa. Mezcle suavemente para combinar.
Para terminar con el vino opcional, añádelo a la sartén y déjalo reducir durante 2-3 minutos. Luego, retira la sartén del fuego y sirve de inmediato.
Notas
Remojar el hígado y las cebollas en suero de leche ayuda a ablandar los trozos de hígado de res; también ayuda a atenuar el sabor a "hígado" que a mucha gente no le gusta.
Si tiene la opción, opte por el hígado de ternera joven en lugar del hígado de una vaca madura. Los hígados más jóvenes son más tiernos y tienen menos regusto metálico que a menudo se asocia con comer hígado.
Para almacenar: Mantenga las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador y serán seguras para comer durante 3 días. No recomiendo congelar el hígado cocido.
Para recalentar: el hígado es muy sensible al calor, así que tenga cuidado de no exagerar al recalentarlo. El método más fácil es calentarlo en incrementos de 30 segundos en el microondas a potencia media-baja.
Muchas personas disfrutan de su hígado sobrante frío (como mousse de hígado) porque el recalentamiento tiende a secarlo y darle una textura arenosa. Si solo puede tolerarlo tibio, le recomiendo que solo haga lo suficiente para una comida.