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Pechugas de pollo partidas al horno (con hueso)
¡Las pechugas de pollo partidas al horno fáciles de hacer son una opción saludable para cualquier cena! ¡Estas sabrosas pechugas de pollo horneadas con hueso quedan maravillosamente con una piel crujiente y sazonada mientras retienen sus jugos para una carne de pollo perfecta, tierna y húmeda!
Precaliente su horno a 400 grados F (205 grados C) y cubra una bandeja para hornear con borde con papel pergamino o papel de aluminio (o cubra una fuente para hornear con aceite de oliva o aceite en aerosol antiadherente).
Enjuague y seque sus pechugas de pollo partidas. Cubra con aceite de oliva, frotando el aceite de oliva en la piel y el lado de la superficie de la pechuga que quedará hacia arriba durante la cocción.
Coloque las pechugas de pollo, con la piel hacia arriba, en la bandeja para hornear preparada. Sazone cada pieza de pollo, espolvoreando con las especias combinadas: sal, pimienta, cebolla en polvo, ajo en polvo y pimentón.
* Para obtener una piel de pollo extra crujiente, caliente una sartén o sartén a fuego medio alto. No es necesario agregar aceite (ya está en las pechugas de pollo partidas), coloque las pechugas de pollo sazonadas con la piel hacia abajo y dore durante 3-4 minutos o hasta que estén bien doradas. Luego colóquelo en su bandeja para hornear y continúe con los pasos 5 y 6.
Hornee durante 40-45 minutos, o hasta que la temperatura interna alcance un mínimo de 165 grados F (74 grados C) cuando se revise con un termómetro para carnes. * Marque junto al hueso en el punto más profundo (más grueso) de la carne de la pechuga.
Retire el pollo horneado del horno y déjelo reposar durante 3-5 minutos antes de servirlo.